Notas de prensa
Los hogares vascos son más pesimistas
La confianza de los hogares vascos empeora en el tercer trimestre, registrando el valor más negativo del año (-13). El resultado anual provisional (-10) ya es similar al registrado en 2022 (-11) y muy posiblemente lo empeorará, ya que no se anticipa una mejora sustancial en el cuarto trimestre que revierta el deterioro acumulado.
¿Cuál es la opinión de los hogares vascos con respecto de la evolución socio-económica general en los próximos doce meses?
- Los hogares vascos muestran un pesimismo similar a los hogares del Estado (-13), la UE-27 (-17), Francia (-15), Alemania (-14) o Países Bajos (-18). La percepción es compartida, condicionada por la transversalidad del escenario inflacionista y el impacto particularizado de los indicadores económicos y del empleo, en cada caso.
¿Cómo se construye la confianza de los hogares vascos y su evolución?
- Los cuatro componentes del índice de confianza de los hogares empeoran y todos contribuyen a su deterioro: los índices de las expectativas sobre la economía general (-25, -9 puntos) y del hogar (-16, -5 puntos) destacan por su negativo resultado y desempeño, siendo los relativos al desempleo (-6, -6 puntos) y la capacidad de ahorro (-4, -5 puntos) menos negativos y cercanos a la neutralidad.
- Este pesimismo sobre la economía general se nutre del empeoramiento de las previsiones para el segundo semestre y en consonancia con la ralentización mostrada en la primera parte del año (+2,3% y +1,5% y +4,2% y +2,2%, en tasa interanual, primer y segundo trimestre, CAE y España, Eustat e INE).
- Además, los resultados del mercado laboral (promedio de julio y agosto) también mostraron un cierto retranqueamiento en la afiliación a la Seguridad Social (992.616, -0,8%) y el repunte del desempleo (107.417, +0,5%), en tasas intertrimestrales, dentro de un contexto de alto dinamismo del empleo.
- Por último, el crecimiento global de los precios se ralentiza (IPC general-agosto, +2,7% y +2,6%, en la CAE y Estado) pero muestra su debilidad en la componente subyacente (+6,3% y +6,1%) o, por ejemplo, en el grupo de alimentos (+9,9% y +10,4%), siendo ambos factores de alto impacto en las cuentas del hogar y su margen de maniobra (nivel de gasto y recursos disponibles para ahorro e inversión).
¿Cómo afecta la confianza en el gasto y la inversión del hogar?
- Los hogares vascos mantienen unas expectativas negativas sobre la evolución de los precios (-7) y lo son aún más en la valoración del momento actual para la realización de grandes compras (-29). Así, la intención de realización de grandes compras se mantiene en valores similares al conjunto del año (-8), lo que augura una evolución tendencial plana (en volúmenes similares a los actuales).
- La intención de compra de vivienda sigue tibia, confirmando un balance enero-julio positivo (13.258 operaciones de compra-venta) pero de menor dinamismo que en 2022 (-8,7%). La intención de compra de vehículo es parecida a los trimestres precedentes, y se refleja en el incremento interanual de la matriculación de vehículos nuevos (+11,3%, enero-agosto) aunque su volumen (15.634 unidades) sigue siendo muy inferior a los valores previos a 2018 (más de 25.000 unidades).
En síntesis: los hogares vascos son más pesimistas que antes del verano, condicionados por el empeoramiento de las expectativas económicas, el repunte del precio de algunos productos (carburantes) y la asunción de un escenario caracterizado por un umbral de precios alto (factor alimentación). Todos estos factores deterioran las expectativas de los hogares, sobre las que gravitan unos tipos de interés al alza, que revierten en el aumento del coste de la financiación (grandes compras e inversiones). En definitiva, los hogares vascos se adaptan al repunte de la incertidumbre, prevaleciendo la prioridad y prudencia en el gasto.