Notas de prensa
la confianza de los hogares vascos continúa la senda de mejora
La confianza de los hogares vascos confirma la recuperación iniciada en el primer trimestre de 2023, con una pequeña mejora (+2 puntos) que la hace un poco menos negativa (de -9 a -7). Así, el índice de confianza de los hogares vascos se aleja del pesimismo registrado a lo largo de 2022 y encara un segundo semestre de 2023 orientado hacia valores neutros o, incluso, positivos (optimismo).
¿Cuál es la opinión de los hogares vascos con respecto de la evolución socio-económica general en los próximos doce meses?
- La mejoría en la confianza es compartida, pero los hogares del Estado (-21), la UE-27 (-19), Francia y Países Bajos (-18) y Alemania (-13) son más pesimistas que los hogares vascos. La evolución de la confianza depende, en gran medida, de la trayectoria inflacionista y la resiliencia de cada economía ante las incertidumbres del último año y las previsiones de recuperación de 2023.
¿Cómo se construye la confianza de los hogares vascos y su evolución?
- Los hogares vascos son menos pesimistas en los cuatro componentes integrantes de la confianza. Pero, muestran peores expectativas con respecto de la economía general (-16) y del hogar (-11) frente a los valores neutros o positivos en referencia al desempleo (0) o a su capacidad de ahorro (1).
- Las positivas expectativas de los hogares vascos con respecto del desempleo están alineadas con el dinamismo del mercado laboral (mayo de 2023), con una afiliación a la Seguridad Social en máximos históricos (1.002.586 personas), un paro registrado que sigue a la baja (107.275 personas, -5,4%, en tasa interanual) y una ratio de contratación indefinida en los nuevos contratos que supera el 25%.
- Además, es posible que el pesimismo sobre la economía general esté lastrado por unas previsiones de crecimiento que están siendo superadas (+2,3%, PIB-Eustat, primer trimestre) y que podrían impulsar una ligera revisión al alza para el conjunto del año (CAE y España). Esta situación no se extiende a otras economías (Alemania y Francia, por ejemplo), que ya muestran un peor desempeño y previsiones, lo que afectará a los países del entorno.
- Por último, los claroscuros se derivan de una trayectoria inflacionista (+4,2% y +4,1%, CAE y Estado, abril-INE) que justifica la subida de tipos de interés (Euribor a doce meses, 3,939%, mayo), que ha tenido un traslado rápido en el coste del crédito -tensionando la economía de los hogares afectados- pero, en menor medida, hacia la remuneración del ahorro.
¿Cómo afecta la confianza en el gasto y la inversión del hogar?
- La mayor parte de los hogares vascos estima que los precios crecerán más despacio (-4) y mejora ligeramente la valoración del momento de compra (-25), que sigue sin impulsar la realización de grandes compras, en valores negativos (-5).
- Estas expectativas se acompasan con un consumo de los hogares vascos que pierde ritmo (+1,7%, primer trimestre de 2023) y una compraventa de viviendas ralentizada (-3,1%, tasa interanual, primer trimestre), mientras que prosigue la mejoría en la compra de vehículo nuevo (+15,9%, tasa interanual, acumulado enero-mayo), que ha vivido una situación muy debilitada desde 2019.
En síntesis: los hogares vascos consolidan su menor pesimismo gracias al positivo desempeño del mercado laboral y una inflación a la baja. Sin embargo, son pesimistas con respecto de la economía general y, en menor media, del hogar. Así, comienza a aflorar una cierta cautela (menor consumo, mayor ahorro) y una estrategia inversora o de grandes compras (vivienda, automóvil) que estará condicionada por el aumento en el coste de la financiación.