Notas de prensa
los hogares vascos ya son francamente pesimistas
En el tercer trimestre de 2022, el índice de confianza de los hogares vascos es claramente negativo y refleja su preocupación ante un otoño dominado por una trayectoria inflacionista que ya ha justificado la subida de los tipos de interés de referencia (Banco Central Europeo) para su contención.
¿Cuál es la opinión de los hogares vascos con respecto de la evolución socio-económica general en los próximos doce meses?
- Los hogares vascos (-22) convergen en el pesimismo con sus homólogos del Estado (-33) y la UE-27 (-27). Frente a una realidad compartida (deterioro de los pronósticos de recuperación económica), el pesimismo se extiende, con una incidencia mayor entre las sociedades más condicionadas por la situación geográfica y el rigor de la climatología, ante un otoño-invierno para el que se augura el mantenimiento de los altos precios energéticos.
¿Cómo se construye la confianza de los hogares vascos y su evolución?
- Los hogares vascos tienen unas expectativas negativas sobre la evolución de la economía general (-37) y del hogar (-25). Y, también, son pesimistas con respecto de la evolución del desempleo (-18) y de su capacidad de ahorro (-6), dos indicadores que hasta ahora habían sido positivos.
- Frente a estas expectativas, el balance de enero-agosto (promedio mensual) de la CAE confirmó la recuperación de la afiliación a la Seguridad Social (979.736 y personas afiliadas) y el descenso del paro registrado (114.293 personas), cifras que son mejores que las correspondientes al mismo periodo de 2019 (+17.049 y -1.780 personas), que fue el mejor año del empleo desde 2009. Asimismo, el crecimiento económico vasco mantiene su mejoría (+1,1% del PIB, en el primer y segundo trimestre, en tasa intertrimestral, Eustat). Pero, se confirma la escalada en la inflación general y subyacente (+10,3% y +6,4%, agosto).
¿Cómo afecta la confianza en el gasto y la inversión del hogar?
- Los hogares vascos muestran una negativa valoración del momento actual para la realización de grandes compras (-37), que ya ha reducido las expectativas para su realización (-14). Por otra parte, la expectativa de compra de vivienda y de vehículo se mantiene en niveles débiles.
- Pero, sobre todo, los hogares vascos son muy pesimistas con respecto de la evolución de los precios (-57) que, en este tercer trimestre de 2022, registra uno de los peores resultados de los últimos años.
- Frente a estas expectativas, en el primer semestre, el consumo de los hogares vascos creció (+0,9% y +2%, tasa intertrimestral del primer y segundo trimestre, Eustat) y la compraventa de viviendas consolidó su recuperación (+15,9%, en tasa interanual).Pero, la matriculación de vehículos nuevos registra un nuevo retroceso (-15,8%, en tasa interanual, acumulado enero-agosto).
En síntesis: los hogares vascos encaran el otoño desde el pesimismo, muy sensibles ante la trayectoria inflacionista y la pérdida de dinamismo en el crecimiento económico, que afectarán 2022 y 2023. Situación compartida (Estado, UE-27) y mediatizada por la espiral de precios energéticos para la que todavía no se vislumbra una solución para su contención.
En consecuencia, los hogares vascos anticipan la merma en su capacidad de gasto y de ahorro, a lo que se suma el encarecimiento de la financiación, factores que dificultarán las decisiones de grandes compras e inversión. Pero, todavía, los datos de los primeros 6-8 meses de 2022 son positivos.