Notas de prensa
Los hogares vascos mantienen su pesimismo
En el cuarto trimestre, el índice de confianza de los hogares vascos sigue en valores negativos y refleja su pesimismo que, si bien no empeora con respecto del trimestre precedente, se aleja del optimismo del arranque del año. El balance (promedio) de 2022 se cierra en negativo (-11), empeorando el resultado de 2021 (-6) pero sin llegar al pesimismo excepcional de 2020 (-22).
¿Cuál es la opinión de los hogares vascos con respecto de la evolución socio-económica general en los próximos doce meses?
- Los hogares vascos (-23), del Estado (-30) y de la UE-27 (-27) son pesimistas: una recuperación económica inferior a la prevista, un escenario de alta inflación -que se mantendrá por encima del 2% hasta 2024- y los efectos de un conflicto bélico que se alarga -con un impacto directo en los precios energéticos- son los principales argumentos para el deterioro generalizado de su confianza.
¿Cómo se construye la confianza de los hogares vascos y su evolución?
- Los hogares vascos son pesimistas en los cuatro índices parciales que componen la confianza, confirmando unas expectativas francamente negativas sobre la evolución de la economía general (-39) y del hogar (-21) así como con respecto de la evolución del desempleo (-14) y de su capacidad de ahorro (-17), dos indicadores que habían sido positivos en el primer semestre del año.
- Sin embargo, el mercado laboral de la CAE (enero-noviembre, promedio mensual) consolida el empleo (981.521 personas afiliadas a la Seguridad Social) y desciende el paro registrado (113.498 personas), mejorando los resultados de 2019 (+15.960 y -2.078 personas) lo que convierte a 2022 en el mejor año del empleo desde 2009. Sin embargo, el crecimiento económico se ralentiza (+0,1%, en el tercer trimestre frente al 1,1%, del primero y segundo, en tasa intertrimestral del PIB, Eustat) y la inflación general y subyacente siguen creciendo (+6,9% y +5,9%, octubre), pero menos que en los meses estivales.
¿Cómo afecta la confianza en el gasto y la inversión del hogar?
- Los hogares vascos siguen empeorando su valoración del momento actual para la realización de grandes compras, que es claramente negativo (-40), y reducen las expectativas para la realización de estas compras (-18). La expectativa de compra de vivienda y de vehículo se mantiene en niveles débiles.
- Pero, sobre todo, los hogares vascos siguen siendo muy pesimistas con respecto de la evolución de los precios (-51) que, en este cuarto trimestre de 2022, registra uno de los peores resultados de los últimos años.
- El balance del año muestra que la recuperación del consumo de los hogares vascos se ralentiza (+0,9%, +2,0% y -1,8%, en tasa intertrimestral del primero, segundo y tercer trimestre, Eustat). La compraventa de viviendas consolida su recuperación (+14,8%, en tasa interanual, acumulado enero-septiembre) mientras que la matriculación de vehículos nuevos sigue en retroceso (-11,4%, en tasa interanual, acumulado enero-noviembre).
En síntesis: los hogares vascos siguen siendo pesimistas, de acuerdo con la trayectoria inflacionista y la pérdida de dinamismo económico de 2022 y anticipada para 2023, situación que comparten con los hogares del Estado y europeos. En consecuencia, para 2023, los hogares vascos anticipan el ajuste del gasto y ahorro, condicionados además por la subida de tipos de interés -que encarece la financiación pero mejora la remuneración del ahorro-y que incidirá en las decisiones de grandes compras e inversión. No obstante, el resultado final dependerá del grado de cumplimento de los pronósticos económicos y del empleo.